El bowling, también conocido como bolos, es un deporte en el que los jugadores intentan derribar un conjunto de bolos mediante el lanzamiento de una bola de bowling a lo largo de una pista rectangular. El objetivo es derribar el mayor número posible de bolos en cada lanzamiento y acumular la mayor puntuación posible.
Equipo y pista: El bowling se juega en una pista de bowling, que es una larga y estrecha franja de madera o sintética. Cada pista está equipada con diez bolos colocados en una formación triangular al final de la pista.
Objetivo: El objetivo del juego es derribar el mayor número posible de bolos con cada lanzamiento de la bola de bowling.
Lanzamiento: El jugador se coloca en el extremo de la pista y realiza un lanzamiento de la bola de bowling hacia los bolos. La bola se lanza desde una zona específica llamada «carril» y se dirige hacia los bolos al otro extremo de la pista.
Puntuación: Cada bolo derribado cuenta como un punto. La puntuación total de cada lanzamiento se calcula sumando el número de bolos derribados en ese lanzamiento. Si el jugador derriba todos los bolos con el primer lanzamiento en un marco (un turno completo), se llama «strike» y cuenta como diez puntos más la puntuación de los próximos dos lanzamientos. Si el jugador derriba todos los bolos con dos lanzamientos en un marco, se llama «spare» y cuenta como diez puntos más la puntuación del próximo lanzamiento. Si no se derriban todos los bolos en dos lanzamientos, el jugador recibe la puntuación equivalente al número de bolos derribados.
Turnos: Cada jugador tiene un número determinado de turnos (o marcos) para lanzar la bola de bowling y acumular puntos. Generalmente, se juegan diez turnos por juego.
Estrategia: Los jugadores pueden emplear diferentes estrategias, como ajustar la velocidad, la rotación y el ángulo de la bola de bowling para maximizar sus posibilidades de derribar los bolos.